Podría definir el Retiro que hicimos con tres palabras: conexión, desconexión y agradecimiento. Conexión y comunión con mi cuerpo, con mi respiración, conmigo misma y con las personas con las que compartí el Retiro. Las relaciones y conexiones que se crean son muy especiales. Desconexión, porque desde que llegué allí me permití desconectar de todas aquellas cosas de las que necesitaba desconectarme, y eso me llenó de paz. El agradecimiento vino después y lo llevo sintiendo desde que terminó el Retiro, ya que el yoga está contribuyendo exponencialmente a la transformación de mi realidad, gracias a que, sin ningún esfuerzo he incorporado esta disciplina en mi vida desde el Retiro.